ROBERTO AVILA TOLEDO

ROBERTO AVILA TOLEDO

martes, 28 de febrero de 2017

LOS ORIGENES DE LA REVOLUCION CUBANA

Cuba sólo alcanzó su independencia de España en 1898 proceso en el cual perdieron la vida sus más esclarecidos dirigentes; Antonio Maceo y José Martí. La victoria alcanzada en los campos de batalla le fue escamoteada por una oportunista intervención militar norteamericana cuando ya los españoles estaban derrotados. Existen muchas referencias históricas de como la política exterior norteamericana apuntaba a anexar Cuba, como lo hizo con Puerto Rico.

La isla quedó en una suerte de interdicción: no podía firmar tratados internacionales, EEUU se reservaba el derecho a intervenir militarmente cuando lo creyera oportuno y le concedía en “arriendo a perpetuidad” (sic) a los norteamericanos la zona de Guantánamo donde estos tienen actualmente  una base militar. Era la llamada enmienda Platt.

Los norteamericanos fueron intervinientes y determinantes en la política interna cubana sacando y poniendo gobiernos. En estas revueltas y golpes de estado aparecería patrocinado por EEUU el sargento Fulgencio Batista. En los 30 se asesinó al líder Antonio Guiteras que estaba destinado a crear una izquierda no comunista en la isla, ese proyectó se frustró por la vía del crimen.

Los dos últimos gobiernos democráticos de Ramón Grau San Martín y Carlos Prío Socarrás estuvieron marcados por la corrupción. En oposición a esto surgió un movimiento cívico heterogéneo donde destacó Eduardo Chibás un vehemente denunciante de la corrupción en un programa de radio. Chibás en 1950 y  ante la imposibilidad de acreditar un hecho de corrupción que había denunciadoy  que en realidad fue un cazabobos, se suicidó argumentando que alguien debía hacerse responsable de algo en Cuba. Sus funerales fueron multitudinarios y muchos los oradores, Fidel que era un abogado recién recibido, y militante del partido Ortodoxo, hizo uso de la palabra cuando ya quedaba poca gente, los que pudieron escuchar como convocó a terminar con la corrupción por la fuerza. El hecho pasó inadvertido, pero es el inicio de la revolución cubana. Fidel, de fogoso carácter, había participado ya en el Bogotazó, insurrección popular en Colombia, tras el asesinato del líder Eliecer Gaitán, participaba allí en un congreso de estudiantes. También había participado en la expedición de Cayo Confite contra el dictador dominicano Trujillo.

En 1952 se debían realizarse elecciones presidenciales, el ex dictador Fulgencio Batista se trasladó desde EEUU donde residía en el afán de ser candidato. Rápidamente se dio cuenta que sería derrotado y por ello el 10 de Marzo de 1952 da un golpe de estado desde el cuartel militar de Columbia y derroca al presidente Carlos Prío Socarrás, anula la constitución y las libertades y derechos civiles entre ellos el derecho a huelga. Una brutal dictadura había comenzado. El golpe mismo fue incruento pues nadie estaba dispuesto a tomar riesgos por una democracia devaluada por la politiquería sin principios y la corrupción. La institucionalidad cubana sólo tenía dos presidentes electos consecutivamente. Había un político profesional muy conocido que hacía campaña con el slogan “El Tiburón: se moja pero salpica”, en evidente defensa de su corrupción.

Batista llevó la corrupción a un grado superlativo. El Estado de Cuba se transformó en una organización delictual en sí mismo. Se articuló una sólida alianza con la mafia norteamericana quienes destacaron como su delegado en la isla al gánster Meyer Lanski. La mafia organizó un congreso con cientos de delegados en el hotel Nacional de La Habana en el que se presentó como número artístico un recital de Frank Sinatra. Entre los delegados estaban Meyer Lanski, Santos Trafficante y Lucky Luciano, la policía cubana proporcionó la seguridad del evento. La mafia se centró en inversiones en turismo, juego, drogas y prostitución.

Paralelamente la represión política se intensificó y la tortura pasó a ser parte institucional de los procedimientos policiales orientados a la disidencia política y no a la delincuencia común. Los asesinatos con móviles políticos se hicieron habituales. EEUU nunca manifestó preocupación por los DDHH en la isla.

Fidel Castro y un grupo de jóvenes del barrio de El Vedado, sector acomodado de la Habana dieron origen a una disciplinada organización que no tenía nombre y que se le puede referir como una respuesta venida desde la decencia más que de un proyecto político ideológico definido. Este movimiento pasará a la posteridad como "generación del centenario"

Esta organización con un centenar de participantes intenta el 26 de Julio de 1956 tomarse en Santiago de Cuba, en el extremo oriental de la isla, los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes. El intentó fracasa y los que son capturados son en su mayoría torturados y asesinados. Fidel escapa de la muerte providencialmente por la actitud del teniente que lo captura, luego le salvará la intervención de su padre que es un millonario terrateniente de la provincia de Birán que contrata al presidente del colegio de abogados de Cuba para defender a su hijo.

Fidel se hizo conocido nacionalmente y asumió su propia defensa con el alegato “La historia me absolverá”, estaba allí  por primera vez un discurso con trazos de programa político.

Se iniciaron dos años de cautiverio para los moncadistas que multiplicaron su prestigio y vieron aumentar aceleradamente su militancia. Fidel se separó de su primera mujer que viajó a EEUU, ella era hermana de un ministro de Batista. En todo caso compañía no le faltó a este líder emergente.

El grupo es expulsado del país y se refugia en México. Allí el exiliado  coronel de la república española Álvarez de Bayo les da una instrucción militar profesional. Se suma también el médico argentino Ernesto Guevara que venía huyendo del derrocamiento   del presidente Jacobo Arbenz en Guatemala a manos, como no, de los inefables norteamericanos.

El partido comunista cubano, llamado partido socialista popular, no participa en el Movimiento 26 de Julio.

En Noviembre de 1958 en un pequeño yate, Granma, atiborrado de expedicionarios el movimiento, ahora 26 de Julio, vuelve a la isla y luego de un desastroso desembarco, desata la lucha guerrillera en la Sierra Maestra, el movimiento tiene dos líderes: Fidel en la Sierra y Abel Santamaría, jefe de los comandos urbanos en Santiago de Cuba, pero este cae asesinado a los pocos meses de iniciar la lucha.

Fidel destaca como líder, pero no es único que combate la dictadura. En La Habana opera el Directorio Revolucionario al mando de José Antonio Echeverria, líder estudiantil, que cae en un audaz asalto al palacio presidencial con el propósito de ajusticiar a Batista.

El 1 de Enero de 1959 la dictadura se derrumba y Batista huye a EEUU. El ejército y la policía se desbandan. Las guerrillas al mando de los comandantes Guevara y Camilo Cienfuegos sólo llegan a La Habana el 8 de Enero, en el interín las masas ciudadanas se toman la justicia por mano propia. Los represores más connotados que no han logrado huir son sacados de sus casas y ajusticiados. La llegada de las guerrillas atempera la venganza popular descontrolada. Se llevan a juicio a los principales represores algunos de los cuales son fusilados.

La guerrilla ha destruido un mito de las ciencias militares; que un ejército regular no puede ser derrotado por una fuerza compuesta y creada por civiles.

El programa de la revolución había incorporado la reforma agraria. Los campesinos son la base social real del movimiento. La revolución cubana tumba otra ley de la política latinoamericana, que para llegar al gobierno se promete y luego busca quien te cumpla.

Los norteamericanos se oponen a la reforma agraria y como los cubanos no echan pié a tras les agreden económicamente, poniendo limite a las importaciones de azúcar  y aumentando los precios del petróleo. Esto es devastador para un país monoproductor.
Paralelamente se desata el terrorismo en la isla con el desembozado patrocinio de los norteamericanos, los atentados terroristas cuestan la vida de muchas personas y causan grave deterioro económico. En la zona del Escambray se crean guerrillas contrarrevolucionarias, que tardan años en sofocarse.

Los cubanos acuden a comprar petróleo más barato a los soviéticos, pero las refinerías norteamericanas en la isla se niegan a procesarlo. Se expropian las refinerías. Los norteamericanos desatan el bloqueo total a Cuba impidiendo comprar o vender a estos, que tienen en EEUU su mercado natural.

Fidel entrega el inmenso latifundio familiar de Birán a la Reforma Agraria, su hermana Juana se transforma en férrea opositora. Se despliega la campaña de alfabetización en toda la isla. Las universidades se vacían de profesores que se van a EEUU, las clases las asumen los alumnos de cursos superiores. Se organiza un nuevo ejército, lo que aprenden por la mañana lo enseñan a otros por la tarde.

La iglesia católica, conformada básicamente por sacerdotes españoles admiradores de Franco, se suma a la campaña del terror anunciando el envío de los niños a Rusia. La CIA orienta la campaña bajo el nombre de operación “Peter Pan”. Pero esa oposición no es decisiva pues la religiosidad católica había sido siempre la de las clases pudientes y no de los sectores populares.

La CIA  organiza una expedición militar con cubanos contra revolucionarios que con miles de efectivos y apoyo directo de las fuerzas armadas norteamericanas que desembarca en Playa Girón el 15 de Abril de 1961 y es derrotada a los pocos días. Fidel encabeza personalmente el aplastamiento de la invasión. La idea era instalar un gobierno provisional en un sector de la isla y luego con un acuerdo de la OEA legalizar la agresión militar norteamericana directa.

Un par de días antes y ante los ataques de aviación que anunciaban la inminente invasión Fidel en una manifestación pública anuncia el curso socialista de la revolución. Las fuerzas que apoyan la revolución son el Partido Socialista Popular, el Directorio Revolucionario y el Movimiento 26 de Julio, el partido comunista de Cuba aún no existe, sólo se conformará con la fusión de  estas organizaciones en 1964.

Se suceden las operaciones para asesinar a Fidel Castro.

Los lazos con la URSS se estrechan y así en la segunda mitad del año 1962 se instalan en Cuba misiles nucleares rusos, que tienen por objetivo proteger a Cuba pero también alcanzar la paridad estratégica ante el emplazamiento de misiles americanos en Turquía vecina de la URSS.

En octubre estalla la crisis que lleva al mundo al borde de la guerra nuclear. Fidel previene a los soviéticos que no pueden permitir que les pase lo de la segunda guerra mundial y reciban el primer golpe. Cuba se despliega ante una invasión inminente. Los americanos someten a bloqueo naval a la isla. Los rusos acuerdan el retiro de los misiles de Cuba y Turquía con los norteamericanos sin considerar la opinión de los cubanos. Estos se sienten traicionados.

Las relaciones con la URSS se enfrían, la revolución cubana late con pulso propio.

La revolución cubana, plena en audacia, intenta lo que ni siquiera la URSS se atrevió; derrotar al capitalismo a nivel global, la revolución mundial. El Che Guevara parte con una expedición al Congo en la idea de llevar a toda el Africa la revolución. En su visita a la URSS critica ciertas formas burocráticas de los soviéticos.

Cuba es expulsada de la Organización de Estados Americanos, en su reunión de Montevideo, con el digno voto en contra del derechista gobierno chileno de Jorge Alessandri. El Che que representa a Cuba da una conferencia en Montevideo donde deja atónito a su auditorio señalando que las guerrillas solo pueden iniciarse en países donde no quede ni un atisbo de legalidad y democracia. Uruguay y Chile son esas excepciónes,  para el resto, es la hora de los hornos, las guerrillas latinoamericanas han comenzado.

Los partidos comunistas latinoamericanos, y el chileno en especial, condenan estas políticas “aventureras”.

(Continúa)

ROBERTO AVILA TOLEDO



jueves, 23 de febrero de 2017

LAS DEFICIENCIAS Y ABUSOS ESTRUCTURALES DE LAS AFP (Publicado en Puente Alto al Día)




Se ha convocado a una marcha familiar para el 26 de Marzo por quienes promueven el cambio de sistema de AFP.   Esta apreciación crítica  se encuentra largamente justificada a la luz de las paupérrimas pensiones que reciben los jubilados en este sistema.

Lo peor es que la tendencia es a empeorar la situación, digamos tan solo que en 15 años más el 98% de los pensionados en AFP recibirán menos del miserable sueldo mínimo.

La inmensa mayoría de los pensionados por vejez reciben simplemente 100 mil pesos y algo más mensualmente. Ante ello el estado acude no para resolver un problema de seguridad social sino algo concebido como indigencia. En efecto, el sistema no opera automáticamente sino que el pensionado debe acudir a una municipalidad y convencer a los funcionarios de su pobreza, en evidente disputa con otros peticionarios.


Las AFP tienen problemas estructurales que les impiden  el pago de pensiones que permitan vivir dignamente.


Primero, sus ingresos son necesariamente insuficientes. Con el ahorro actual del 10% del ingreso, una persona que cotice regularmente durante 40 años, situación altamente improbable,  tendrá ahorrado el equivalente a su remuneración por 4 años. Esto hace necesario un aporte del empleador y otro del Estado.


Segundo, el fondo de ahorros se invierte en su mayor parte en instrumentos de renta variable (acciones) las cuales pueden sufrir fuertes bajas, como el año 2008 en que la quiebra de Lehman Brothers en EEUU hizo que los cotizantes de fondos A a D perdieran el 40% de sus ahorros. Un ahorro previsional es una garantía para el futuro, no es razonable que estos dineros se apuesten en una suerte de economía casino que son las bolsas de comercio.

Un juez de familia quitaría la tuición de sus hijos a cualquier padre o madre que dijera que el dinero de la mantención de su casa lo va jugar a un casino para que rente más.


Tercero, existe un escaso control de las actividades de inversión de las AFP. Los dueños de los ahorros no saben en que se invierten ni las comisiones que se pagan. Esto es muy grave, sin control alguno abre espacio a las peores manipulaciones. Si se contrata a alguien para realizar un trabajo no es justo ni legal que esta contrate a otro, que también hay que pagar, sin la autorización de la persona que encarga el trabajo.

El sistema de AFP nunca fue bueno para los cotizantes. El gobierno militar que las impuso tenía conciencia de ello ya sí nunca las fuerzas armadas han cotizado en AFP y se les conservó sus cajas de previsión.


Al momento de la instalación de las AFP en 1980 se dijo que serían un aporte a la economía del país pues permitirían invertir estos ahorros en actividades productivas en el país. Esto no ocurre pues los fondos se invierten mayoritariamente en el extranjero.


Se señaló también que se pagarían mejores pensiones, ello no ha ocurrido pues si se comparan las pensiones del Instituto de Seguridad Previsional  o las de Capredena/Dipreca  con las de las AFP, estas últimas son las más bajas.


Por último, la situación económica de los ciudadanos de la tercera edad no es un asunto exclusivamente privado sino una cuestión central de las políticas públicas, como: defensa, educación, relaciones exteriores, justicia y salud.


Entender esto de una manera distinta deja al Estado con el gasto de las situaciones de indigencia y a las AFP con las utilidades de lo que para ellas es un negocio.


Las AFP tienen utilidades cuatro veces superiores al resto de las empresas en el mercado, esto hace inexplicable desde el punto de vista de sus aciertos en las inversiones. El inversor no puede tener más utilidades que la empresa en la cual invierte.

Esto demuestra el negocio de las AFP es útil a ellas pero no a los cotizantes forzados,acredita también  que las utilidades surgen de los abusos legales sobre los cotizantes.

Si una persona gana un millón de pesos mensuales debe entregar obligatoriamente 125.000 mensuales, de ese dinero 100 mil entran a la cuenta del cotizante los otros 25 mil quedan para la AFP como administración, es decir por recibir el dinero. Es un negocio superior a cualquier otro. Lo justo y lo legal en cualquier parte del mundo es que quien recibe el dinero paga un interés por recibir dinero ajeno, en Chile el dueño del dinero “paga” por entregarlo.

Estos abusos deben cesar.


ROBERTO AVILA TOLEDO
Abogado.


lunes, 20 de febrero de 2017

ALEJANDRO GUILLER Y FERNANDO DE LA RÚA: UNA HIPOTESIS (Publicado en El Mostrador).


La historia en sus grandes ciclos es previsible. Sin embargo, sus avatares al interior de estos son difíciles de anticipar. Con todo, la presencia de similitud de condiciones permite proponer hipótesis sobre cursos probables de desarrollo de una situación política determinada.

Hay similitudes significativas entre las condiciones en que partió el gobierno de Fernando de la Rúa y las que tendría un eventual gobierno de Alejandro Guillier.

El ex presidente trasandino surgió en una situación caracterizada por: 1.- Una situación de corrupción generalizada en las esferas gubernamentales. 2.- La pérdida de legitimidad del peronismo, expresión política por excelencia de la clase trabajadora argentina, por las brutales privatizaciones menemistas. 3.- Una crisis objetiva del modelo neoliberal  instalado por  la dupla Menem/Cavallo   en concomitancia con el fondo monetario internacional. 4.- La insoluble contradicción contenida en  la aspiración del “sentir de la calle” que quería mantener la paridad cambiaria (la plata dulce sostenida con las privatizaciones) y llevar adelante políticas de protección social con una acción significativa del estado en la economía. No lograban asimilar que las compras de electrodomésticos y los viajes al extranjero era el caramelo pero la torta de las privatizaciones era para las transnacionales.

Había un malestar en la ciudadanía que exigía cambios, pero dentro del modelo. Era lo que aconsejaba “el sentido común”. Esa era la subjetividad, lo objetivo exigía un fuerte golpe de timón en la economía.

Estas condiciones determinaron el escenario electoral. Duhalde fue la propuesta presidencial del peronismo/neoliberal en el gobierno. Este candidato había tenido un permanente conflicto con el gobierno menemista, aunque formalmente era parte de la coalición gobernante.  Pero ese estigma de oficialismo no se lo pudo sacar y quedó condenado a la derrota.

El opositor radicalismo, que venía en un declive histórico estaba golpeado por el mal gobierno de Alfonsin que debió entregar un año antes del plazo constitucional. Su abanderado era Fernando de la Rúa un circunspecto abogado, que siempre supo estar en la hora y el lugar adecuado, que ante la farándula y los escándalos político/económico/sexuales del menemismo parecía la encarnación misma de la sobriedad republicana. Nadie sabía muy bien lo que haría, pero tenía imagen de confiable, un tipo serio, en las antípodas del menemismo.

El candidato radical tenía demasiados anclajes para poder salir de la crisis: con los dictados del FMI y las transnacionales, los militares,  con la forma tradicional de hacer política, con la oligarquía agraria y  en definitiva con todo lo existente. Se necesitaba un liderazgo con voluntad épica, Fernando de la Rúa ofrecía prudencia llevada al extremo y cuidadas formas comunicacionales.

Con todo, era lo que la ciudadanía quería, pero no necesariamente era lo que se necesitaba para salir del entrampamiento. La fórmula K aún no estaba en el menú trasandino, la historia se tomaba su tiempo 

El radicalismo y su candidato no se bastaban. Fue necesario hacer alianzas, un significativo desmembramiento del peronismo encabezado por el diputado “Chacho” Álvarez y Cristina Fernández Mejide  (madre de un desaparecido) con su dura crítica social y densidad ética  trajo los números electorales que faltaban. Se resolvía la elección, pero se condenaba el gobierno.

La flamante “Alianza” con estas orientaciones contradictorias contenía en si misma el germen de su propia destrucción.

Guiller,  puede conseguir la nominación, puede ganar incluso las elecciones, pero no tiene forma de resolver la contradicción entre lo nuevo y lo viejo en la Nueva Mayoría, no es cosa accidental que la DC proponga su propia candidatura presidencial en primera vuelta. Si hay candidatura única en segunda vuelta será por necesidad no por convicción.

La vieja restauración concertacionista, un remedo ya de sí misma, ha perdido racionalidad y ni siquiera ha querido morir con la bandera al tope y con su gran escudero Ricardo Lagos en una última carga de caballería. Llevaran a la sra Goic, no buscan ya el triunfo sino mejorar la negociación.

Para una letra K en Chile falta tiempo.

El gobierno radical trasandino, se empantanó a poco andar. Le bajo el moño al FMI y las transnacionales y como no pudo obtener los votos en el parlamento para una reforma laboral, que era pegarle en el suelo a los trabajadores, mandó un maletín rebosante con un operador de tercera. Estalló el escándalo. El Chacho Álvarez renunció a la vicepresidencia de la república.

El gobierno de “chupetito” volando con una sola ala, la derecha, mantuvo el fierro caliente de la paridad cambiaria para poder pagar la deuda externa. Como el botín de las privatizaciones se estaba agotando, ello no podía mantenerse en el tiempo. Con el ala que quedaba, se instaló a un neoliberal de tomo y lomo como nuevo ministro de economía; duró 15 días. No se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo, sabio don Abraham, y se tuvo que llamar a Antonio Cavallo. El sumo sacerdote del neoliberalismo, el hijo pródigo de Martínez de Hoz, hizo lo previsible, quiso pagar la deuda con el hambre del pueblo argentino, las jubilaciones de los viejos, la educación y en definitiva el “corralito”. Respuesta popular de masas: los piqueteros.

Estado de sitio, decenas de muertos, la Plaza de Mayo convertida en un campo de batalla. Se llama a los milicos para la masacre en gran escala, los milicos se retoban, la “cana” da sabiduría. Vuelve el helicóptero, sería el mismo de doña Isabel?. Y este cuento se ha terminado.

No se puede servir a dos señores. Aunque haya circunspección, simpatía y credibilidad, no se puede servir a dos señores.


ROBERTO AVILA TOLEDO