ROBERTO AVILA TOLEDO

ROBERTO AVILA TOLEDO

miércoles, 30 de octubre de 2019

EL PRESIDENTE DEBE RENUNCIAR O SER DESTITUIDO CONSTITUCIONALMENTE



El país lleva casi 15 días de disturbios y manifestaciones masivas que van de Arica a Punta Arenas. Las pérdidas materiales son millonarias. En lo humano son terribles, más de 20 muertos, casi 400 heridos a bala, más de 3.000 detenidos, casi 200 personas han perdido sus ojos y tres militares se encuentran sometidos a proceso por violación a Derechos Humanos, cifras que seguramente aumentarán.

La contumacia del presidente ha comprometido gravemente el honor de la nación, al punto que se ha dejado de cumplir la obligación de Chile de organizar la cumbre de la APEC y la COP 25. El presidente ha renunciado a su organización a pocas semanas de su celebración pues era inminente que la Comunidad Europea le iba a  aplicar la cláusula democrática. De otra parte figuras tan importantes como el presidente Putín de Rusia habían anunciado que no vendrían otro tanto era previsible en el presidente de Francia y de EEUU.

El presidente ha hecho un uso abusivo de su facultad de declarar el Estado de Emergencia. Fue una medida además de torpe completamente ineficaz. El toque de queda se incumplió masivamente por la ciudadanía. La legalidad está siendo vulnerada por la torpeza presidencial, millones de personas se han reunido en la Plaza Italia en los últimos días, nadie ha ´pedido autorización a la Intendencia. 

Políticamente la salida de los militares a la calle fue  un estropicio mayor pues nos retrotrajo al 11 de septiembre de 1973. Todo lo que se había labrado en orden a reconciliar al ejército con los ciudadanos se fue al tacho de la basura a partir de la prepotencia presidencial.

Las cosas fueron  muy lejos hay múltiples videos de militares confraternizando con los manifestantes. En Viña del Mar los infantes de marina protegieron a los manifestantes de la acción de Carabineros. La situación política de crisis lleva a la deliberación de personal que está en la calle con fusiles en sus manos. 

El presidente hizo un cambio de gabinete que no cambio nada los ministros de Educación, transporte y  salud siguieron en sus cargos, La ministra vocera de gobierno pasó al ministerio de Deportes. Esto es un gobierno no una empresa el presidente no lo quiere entender.

El presidente juega con fuego y en su soberbia puede hacer caer al país en la guerra civil o en el golpe de estado. Esto sería una tragedia.

Su actitud hace que las instituciones se vean desbordadas. 

Lo más cuerdo que he escuchado en estos días es la propuesta de la bancada de diputados socialistas es que se adelanten las elecciones y ninguno de los actuales incumbentes se presente.

Si el presidente renuncia se irá con un fracaso político pero con la dignidad de no haber llevado a su país a una tragedia que tarde o temprano le terminara arrastrando a él mismo.

ROBERTO AVILA TOLEDO