Yo lo conocí personalmente en la segunda mitad del primer
decenio del siglo XXI, en muchas ocasiones concurrí hasta su casa en La Reina
en compañía de mi amigo y compañero de andanzas políticas Marco Cárdenas. Por aquel tiempo yo era del
Comité Central del Partido Socialista de Chile y él se encontraba retirado de
la política activa pero tenía una muy fundada y documentada opinión sobre lo
que se vivía y sobre la pasividad del socialismo chileno ante la profundización
del modelo neoliberal.
Su
inteligencia era excepcional, dueño de una lógica discursiva demoledora y tenía
un conocimiento personal y directo de todos los grandes líderes de la izquierda
mundial del siglo XX. Sus capacidades intelectuales eran enormes sólo
comparables con Fidel Castro. Otro muchacho del siglo XX.
Junto con Salvador
Allende concito los mayores odios de la oligarquía chilena que no lo decía pero
los consideraba traidores pues ninguno venía del seno de la clase obrera.
Su abuelo Juan Antonio Orrego había sido gerente general y fundador del Banco Chile, su bisabuelo Francisco Puelma Castillo fue junto a José Santos Ossa descubridor de las salitreras del norte cuya incautación por Bolivia desató la guerra del pacífico. El abuelo del presidente Allende el doctor Ramón Allende Padín fue jefe de los servicios sanitarios del ejército chileno en la guerra del Pacífico y es el único chileno del que los historiadores peruanos y bolivianos hablan bien por su actitud humanitaria con todos los heridos sin hacer distinciones. El padre de Ramón fue jefe de la escolta de Ohiguins y sus dos hermanos sirvieron en Los Húsares de la Muerte de Manuel Rodríguez.
El odio oligárquico
contra Carlos Altamirano se expresó muchas veces. En 1967 el gobierno de Eduardo
Frei lo desaforó como senador y lo encarceló
por un artículo publicado en la revista Punto Final. Esa era la revolución en libertad. La que prometió
revolución sin sangre, pero que tuvo sangre sin revolución (Fidel Castro).
Durante la
Unidad Popular todos los medios de prensa opositores que eran mayoritarios y
que recibían dinero de la Central de Inteligencia Americana (CIA) como por una
tubería lo pusieron como blanco directo de las peores injurias, su mujer que
tenía una tienda ropas en Providencia recibió un bombazo de indudable origen. A
pesar de todo fue reelegido senador por Santiago en las elecciones de marzo de
1973, su consigna de campaña fue “Decisión Revolucionaria”.
El Partido
Socialista, ante el inminente golpe de Estado, que apenas se ocultaba en los
altos mandos militares fijo su posición en
un acto público en el Estadio Chile donde se denunció las torturas sobre
los marinos constitucionalistas ilegalmente encarcelados. Su discurso 2 días
antes del 11 de Septiembre , fue presentado como la causa del golpe, eso sólo
lo pidieron hacer suyo los ingenuos en grado máximo y los interesados. Los
informes senatoriales de EEUU conocidos como Church y Hinchey nos muestras la intervención
golpista en Chile por lo menos desde 1964 y su apoyo ora a la derecha (que en la declaración de
principios del Partido Nacional daba por desahuciada la democracia y proponía
una dictadura militar), ora a los golpistas francos, ora los desestabilizadores
camuflados como la democracia cristiana.
Un día el
compañero Altamirano nos mostró una página del diario El Mercurio ,de pocos
días después del golpe en que se ofrecían 300 mil escudos por ubicar a dirigentes de la izquierda chilena , eran unos
treinta, y entre los que el figuraba de manera destacada. Esa edición vergonzosa
de El Mercurio, la había enmarcado.
Pensé cuan terrible debe ser buscado con esa saña y odiosidad con propósitos homicidas,
sin lugar a dudas. Pero la cacería desatada en su contra no logró sus objetivos
y el apareció el 1 de Mayo de 1974 en esos gigantescos actos que se realizan en
La Habana. Para los que iniciábamos el largo camino de la resistencia esa fue
nuestra primera victoria.
Altamirano fue
diputado por Valdivia entre los años 1961 y 65 con anterioridad había sido por
20 años profesor de economía en la Escuela de Derecho de la Universidad de
Chile donde había recibido su título de abogado en la misma época de Clodomiro
Almeyda y Patricio Aylwin.
Yo soy de una
generación que conoce al Allende carne de monumento. El de los 400 calles,
ciudades, barcos, facultades y pueblos que llevan su nombre en el mundo. Un día nos contó una anécdota que nos hizo reír
y que nos humanizó al compañero presidente. Nos ofreció Vodka o Whisky. Nos dijo que cualquiera de los dos era bueno.
Allí supimos que el presidente Allende tomaba Whisky que en esos años era muy
poco conocido en Chile, los compañeros que sabían de esto pedían esta saludable atención. Allende cuando ofrecía Whisky les decía que tenía uno inglés y otro
argentino, todos optaban por el primero sin saber que los contenidos habían
cambiado previamente de botella a botella.
Un día, él que
había sido tan odiado en política, nos dio una verdadera clase sobre la inutilidad
de los odios en política y en la vida. En algún momento tratare de reconstruir
ese verdadero discurso.
La Dirección
de Inteligencia de Pinochet le montó varios atentados homicidas en el extranjero
en uno de ellos está involucrada La Chany secretaria de Manuel Contreras actualmente
en proceso de extradición desde Australia a Chile por crímenes de Lesa
Humanidad.
Carlos Altamirano
fue el líder del socialismo chileno cuando este alcanzo su más alto nivel de
conciencia revolucionaria y su mayor entidad organizativa. Más de 80 mil
chilenos militaban regularmente en sus filas y con sus cuotas al día dieron
origen al actual patrimonio del Partido Socialista.
Fue elegido
Secretario General en el Congreso de la Serena de 1971, del cual no se dijo ,
por estricto acuerdo, que por unanimidad se rindió homenaje a los jóvenes socialistas
chilenos caídos en la guerrilla de Teoponte que pretendió reiniciar lo comenzado
por el Che Guevara en Bolivia.
El partido
que dirigió Carlos Altamirano, que tuvo enormes responsabilidades en el aparato
del estado y cientos de grandes empresas, no tuvo un solo acto de corrupción,
eran otros tiempos, otros hombres, mejores los viejos.
Ha muerto Carlos
Altamirano, ha muerto a los 96 años por
el paso de los años esto es en sí mismo
una gran victoria sobre la oligarquía chilena.
ROBERTO AVILA
TOLEDO